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Reduce de manera importante la evaporación del agua en el suelo.
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Permite automatizar completamente el sistema de riego, con los consiguientes ahorros en mano de obra.
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El control de las dosis de aplicación es más fácil y completo.
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Debido al mantenimiento de humedades altas en el bulbo realizado por los emisores, permite el uso de aguas más salinas para el riego que los sistemas de irrigación por superficie y por aspersión.
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Tiene una adaptación más fácil en terrenos irregulares, rocosos o con fuertes pendientes.
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Reduce la proliferación de malas hierbas en las zonas no regadas
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Permite el aporte controlado de nutrientes con el agua de riego sin perdidas por lixiviación con posibilidad de modificarlos en cualquier momento del cultivo, es decir es el sistema más adaptado a la FERTIRRIGACION.
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El uso de sistemas de irrigación por goteo está muy extendido en cultivos frutales, cítricos, viñedos y
hortícolas, en cualquier zona climática, y en diferentes formas de utilización y presentación como
detallamos a continuación.